Km: 149,62
Desnivel positivo: 4.160 m
Desnivel negativo: 4.167 m
Tiempo total de pedaleo y paradas: 11 hrs y 6’
Mapa de la ruta:
La noche el Parador nos permitió recuperar fuerzas, una buena cena y un descanso entre sábanas de hilo nunca falla. Nos levantamos de nuevo sobre las 07.30 hrs y acorde a la cena, así fue el desayuno…
Con más tiempo, este sería el sitio ideal para hacer una noche extra y ya sin equipaje, aprovechar el potencial que tiene esta zona, para mí, la más bonita de Asturias en lo que a puertos míticos de gran belleza y dureza
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Desde Corias tenemos acceso al Puerto del Acebo por la vertiente de Cangas del Narcea con 9,4 km, 770 m de desnivel y una pendiente media del 8,19% o por la vertiente de Tebongo con 14,6 km, 873 m y una pendiente media del 5,97%.. También el Pozo de las Mujeres Muertas, el Puerto de Rañadoiro con 11,52 km, 60 m de desnivel y una pendiente media del 5,3%, el Puerto de Leitariegos con 14,4 km, 834 m de desnivel y uan pendiente media del 5,79% y uno de los mas bonitos y que atraviesa la Reserva Natural Integral de Muniellos El Connio con 16,4 km, 779 m de desnivel y una pendiente media del 4,85%. Se pueden combinar de infinitas maneras en recorridos lineales o circulares, de ahí que una jornada extra, el que pueda, es garantía del disfrute a la altura de Pirineos o Los Alpes, además de contar con un alojamiento de lujo para descansar.
Recogimos nuestro equipaje y a continuación bajamos para acabar de preparar las bicis (limpiar cadena, grasas y poco más), durante el desayuno descartamos hacer la ruta como estaba planificada saliendo de Corias por la AS-15 para entrar hacia Tuña y Boniás por la AS-310, optando por seguir hasta el entronque con la AS-227, todo ello con el fin de evitar una subida extra hasta el alto de Boinás para llegar Belmonte. Parecía que todo estaba decidido pero un café en Soto de la Barca y un nuevo vistazo al mapa cambiaría nuestro destino unos km más adelante, sin saberlo...
Al llegar al cruce de Tuña, Dani se paró y mirando a la AS-310 dijo, “vamos por aquí, algo me dice que debemos ir por aquí y disfrutar de esta carretera”. No se equivocó, la suerte hizo que no nos perdiésemos esta carretera donde solo nos cruzamos con el butanero y una vecina enloquecida que no había estado atenta a su entrada por Tueres y le persiguió varios km hasta que le dio alcance para conseguir su butano, jajaja
Esta carretera es preciosa, a medida que ganábamos altura nos separábamos del embalse de La Barca y las vistas se hacían cada vez más bonitas a través de ligeras subidas y curvas retorcidas que nos hicieron disfrutar hasta Boinás donde la carretera tomó una inclinación más dura que ya no cesó hasta su alto, cerca del pueblo de Carricedo.
Nos abrigamos bien, comimos algo y nos lanzamos a disfrutar de una carretera prácticamente igual a la que habíamos subido y que nos conduciría hasta Belmonte de Miranda, donde aprovechamos para comprar comida en una tienda del pueblo y tomar algo en en el Gran Hotel Cela, un clásico de mis viajes donde su anfitrión Roberto, hizo de nuevo honor a su amabilidad y nos trató como Reyes. Le contamos nuestros planes pasados y futuros mientras disfrutábamos de unos buenos pepitos de ternera, un flan de queso y un requesón con miel que nos proporcionaron las fuerzas justas para el segundo alto y prueba de fuego del día, el puerto de San Lorenzo. No dejéis de parar en su establecimiento, se come de lujo y su trato es fenomenal.
Nos abrigamos bien, comimos algo y nos lanzamos a disfrutar de una carretera prácticamente igual a la que habíamos subido y que nos conduciría hasta Belmonte de Miranda, donde aprovechamos para comprar comida en una tienda del pueblo y tomar algo en en el Gran Hotel Cela, un clásico de mis viajes donde su anfitrión Roberto, hizo de nuevo honor a su amabilidad y nos trató como Reyes. Le contamos nuestros planes pasados y futuros mientras disfrutábamos de unos buenos pepitos de ternera, un flan de queso y un requesón con miel que nos proporcionaron las fuerzas justas para el segundo alto y prueba de fuego del día, el puerto de San Lorenzo. No dejéis de parar en su establecimiento, se come de lujo y su trato es fenomenal.
De Belmonte a La Riera nos llevo una hora más o menos ya que, aunque la carretera va picando un poco, llevábamos buen ritmo de pedaleo recordando cómo nos habíamos puesto y la amabilidad de Roberto.
Llegamos a la base del coloso, el mítico puerto de San Lorenzo. En este punto cabe la posibilidad de disfrutar de otros dos grandes puertos de la geografía asturiana, el Puerto de Somiedo con 19,8 km, 996 m de desnivel y una pendiente media del 5,03% y La Farrapona con 18,7 km, 1.079 m de desnivel y una pendiente media del 5,7%, ambos de gran envergadura y clásicos del panorama ciclista regional y nacional.
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En la base del puerto San Lorenzo, nos hicimos unas fotos y para arriba, no había opción era el paso obligado para continuar con nuestra aventura, teníamos por delante 10 km con 853 m de desnivel y una pendiente media del 8,45%. Las rampas al inicio son durísimas y el hecho de llevar equipaje las hacían aún más duras, pusimos modo eco y entre risa y llanto fuimos subiendo. Tuvimos suerte con el día, estaba nublado y el sol no hacía de las suyas teniendo en cuenta que la subida nos pilló más o menos sobre las 14.00 hrs.
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Poco a poco los km fueron cayendo, pasamos por Orderias y llegamos a una fuente medio escondida que se encuentra a la izquierda de la carretera unas curvas más adelante con un agua fresca que nos resucitó, volvimos a comer algo y continuamos subiendo donde poco a poco nos fuimos encontrando con una niebla densa que nos impidió disfrutar de las buenas vistas según íbamos coronando el puerto.
Poco a poco los km fueron cayendo, pasamos por Orderias y llegamos a una fuente medio escondida que se encuentra a la izquierda de la carretera unas curvas más adelante con un agua fresca que nos resucitó, volvimos a comer algo y continuamos subiendo donde poco a poco nos fuimos encontrando con una niebla densa que nos impidió disfrutar de las buenas vistas según íbamos coronando el puerto.
El caso es que pudimos con él, paramos para inmortalizar la ascensión a nuestro segundo alto del día y en alto nos encontramos con un matrimonio de franceses que pasaban de los 60 y que estaban haciendo ciclo turismo pero, en este caso, con todo el equipo, tienda, cocina, comida, agua, etc... en concreto entre 50 y 60 kg cada bici con la intención de llegar a Santiago desde su pueblo natal en Francia y bajar después hasta el Algarve, casi nada!!!
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Después de un poco de charla, nos abrigamos, no muy bien, apenas un km tuvimos que parar para poner más ropa y nos lanzamos hacia San Martín de Teverga donde después de un café en Casa Aladino seguimos ruta hacia nuestro último reto del día, La Cobertoria. En Teverga no podemos dejar de mencionar el Puerto Marabio con 12 km, 600 m de desnivel y una pendiente media del 4,86%, uno de los puertos más bonitos de Asturias y el Puerto Ventana, de los mas largos de Asturias con 20 km, un desnivel de 1.127 m y una pendiente media del 5,63% o en dirección a Proaza la Cruz de Linares y la subida a Bandujo, si es que con más días esta Vuelta Cicloturista a Asturias se puede hacer lo extensa y dura que uno quiera.
Después de reponer fuerzas seguimos carretera abajo hasta enlazar con la AS-230 que nos llevaría hasta Santa Marina, dejando a nuestra izquierda otro coloso también típico de la Vuelta a Asturias y en ocasiones de la Vuelta a España, la Ermita del Alba con 6,75 km, 762 m de desnivel y una pendiente media del 11,29% . Pensando que se iba a hacer más llevadero, optamos por subir La Cobertoría por su vertiente más tendida por la QU-4. Esta opción tiene 20,5 km con un desnivel de 700 m y una pendiente media del 3,4% pasando por Cortes y Lindes, una carretera increíble con una grado de vegetación impresionante, pudimos disfrutar de todos los verdes que uno podía imaginar hasta que a medida que íbamos cogiendo altura la niebla volvió a aparecer cuando nos quedan unos seis para llegar a la cima.
Coronamos el último puerto de día con cierto cansancio en las piernas, pero muy satisfechos, sabíamos que el día estaba hecho y eso nos alegraba. Nos abrigamos a tope y comenzamos el descenso muy lentamente ya que apenas se veía a varios metros de distancia enfrentándonos en alguna ocasión al ganado que, como es habitual, campan a sus anchas por La Ubiñas, además de la necesidad de frenar nuestras bicis con sobre peso con unas zapatas humedecidas por la niebla.
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A medida que bajamos la niebla comenzó a desaparecer hasta que llegamos a Pola de Lena donde nos quedaba la última sorpresa del día, nuestro alojamiento en Hostal Doña Gaudiosa, estaba en el barrio de La Barraca, justo a la salida de la Pola y en un tramo de la carretera de El Cordal que va a Riosa que nos hizo acumular los últimos metros positivos del día, cosas de reservar a ciegas. Al final resultó todo un éxito, cenamos de maravilla y por un módico precio nos lavaron toda la ropa, que siempre es de agradecer.
A medida que bajamos la niebla comenzó a desaparecer hasta que llegamos a Pola de Lena donde nos quedaba la última sorpresa del día, nuestro alojamiento en Hostal Doña Gaudiosa, estaba en el barrio de La Barraca, justo a la salida de la Pola y en un tramo de la carretera de El Cordal que va a Riosa que nos hizo acumular los últimos metros positivos del día, cosas de reservar a ciegas. Al final resultó todo un éxito, cenamos de maravilla y por un módico precio nos lavaron toda la ropa, que siempre es de agradecer.
Esta etapa transcurre por los concejos de Cangas del Narcéa, Tinéo, Belmonte de Miranda, Somiedo, Teverga, Quirós y Lena. Todos estos concejos disponen de todo tipo de servicios para comprar comida, comer y dormir para todos los presupuestos.
Los datos de los puertos están tomados de la web de altimetrías:
https://www.39x28altimetrias.com
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